DECRETUM DE SU SANTIDAD ALEJANDRO IX
SOBRE EL TRASLADO DE LOS RESTOS MORTALES DE NUESTRO PREDECESOR
LEÓN XIV
§1. NOS, por la gracia de Dios y no por merito nuestro, Alejandro IX, Sumo Pontífice de la Iglesia Católica Apostólica Remanente, velando por la seguridad e integridad de la Santa Iglesia Católica, y con el derecho y obligación de proteger el cuerpo de Nuestro Venerable Predecesor, León XIV, ordenamos y decretamos que los restos mortales, que hasta el día de hoy están resguardados en la Catedral de Nuestra Señora d la Compasión, en la ciudad de Moreno, sean trasladados hasta la Santa Sede en el exilio en Villa María.
§2. TENIENDO en cuenta además que se ha formado en la ciudad de Moreno un pequeño grupo de sacerdotes y algún obispo con intenciones dudosas, y que hemos sabido que tienen por objeto el “restituir” la Santa Sede a Moreno, sin conocerse si lo que piensan es que Nos nos traslademos hacia allí, o por el contrario, elegir a un Antipapa o directamente no reconocernos como Vicario de Cristo, pero que si sabemos que sus intenciones son posiblemente cismáticas, ordenamos, decretamos y establecemos que todas las propiedades en Moreno sean vendidas y liquidas, que dicho dinero pasará a la Iglesia para financiar nuestras misiones y nuestros templos, para manutención del clero y seminarios.
§2. TENIENDO en cuenta además que se ha formado en la ciudad de Moreno un pequeño grupo de sacerdotes y algún obispo con intenciones dudosas, y que hemos sabido que tienen por objeto el “restituir” la Santa Sede a Moreno, sin conocerse si lo que piensan es que Nos nos traslademos hacia allí, o por el contrario, elegir a un Antipapa o directamente no reconocernos como Vicario de Cristo, pero que si sabemos que sus intenciones son posiblemente cismáticas, ordenamos, decretamos y establecemos que todas las propiedades en Moreno sean vendidas y liquidas, que dicho dinero pasará a la Iglesia para financiar nuestras misiones y nuestros templos, para manutención del clero y seminarios.
Dado en la Villa de Santa María,
A los 4 días del mes de marzo del año MMIX de la Encarnación.
Primero de Nuestro Pontificado.