jueves, 16 de abril de 2009

Encíclica: Ecclesia Mater et Magistra

CARTA ENCÍCLICA
Ecclesia Mater et Magistra



DE SU SANTIDAD ALEJANDRO IX,
Siervo de los Siervos de Dios
para perpetua memoria



La Iglesia, que es Madre y Maestra siempre ha resguardado la dignidad del Papa, muy especialmente confirmada por el Concilio Vaticano I, el cual definió de forma definitiva el dogma de la infalibilidad y jurisdicción universal del Romano Pontífice.

Algunos autores contemporáneos, y lo que más lamentable, dentro de la Iglesia Católica, la Barca de Salvación que Nos, como Sucesor Legítimo de San Pedro, Vicario de Cristo, conducimos al presente, viendo la evidencia de que no tenemos poder efectivo sobre la Ciudad de Roma por estar esta usurpada por el Anticristo, han declarado que el Sumo Pontífice no es más el Romano Pontífice, como si fueran estas dos cosas que se pudieran separar, mientras que la primera se deriva de la segunda, porque la Segunda viene de la Verdad de que el Papa es el Obispo de Roma, y por ser Obispo de Roma es el Sumo Pontífice, Patriarca de Occidente «y de la Tierra Toda» como enfatizara nuestro Venerable Predecesor Su Santidad León XIV.

El Santo Oficio, atendiendo a nuestras ordenes ha decidido quitar de los seminarios para su purgación, todos los escritos que de alguna u otra manera pudieran inducir a un pensamiento similar, porque si bien esa postura puede ser hija de una buena Intención, no deja de ser errónea, herética, cismática o conducente al cisma, y por lo tanto reprensible. Y En tanto y en cuanto el Concilio convocado por Su Santidad de Venerable Memoria León XIV fue malogrado por algunos que en vez de transmitir la Verdad de Cristo, quisieron imponer sus fantasías, ha de alguna manera sugerido doctrinas similares, Nos ordenamos que sus decretos al respecto, que jamás fueron aprobados por Su Santidad León XIV, queden sin ningún efecto, porque un Concilio es valido y su letra está viva porque el Papa los signa y con ello los promulga, y un Papa solo puede promulgar la Verdad.
Viendo además que el Concilio, desviándose de la Verdad de la que debía ser fiel transmisor, dominado por elementos amantes del Error trató de dar a los fieles poderes de los que no estaban investidos, que incluso argumentó que los fieles tenían poder para elegir a sus obispos, Nos, por nuestra Santa Autoridad, declaramos que esos textos sean quitados de circulación porque son una afrenta a la Dignidad Suprema y al Universal poder del Romano Pontífice, para Nos, Nuestros Predecesores y nuestro Sucesores hasta la llegada de Nuestro Señor Jesucristo.

Habiendo sido el Concilio malogrado por los servidores de Satanás, hemos ordenado finalmente al Santo Oficio que realice una investigación, a fin de que los nombres de todos aquellos que formaron parte del contubernio para desviar y hacer una nueva apostasía en el seno de la Santa Iglesia sean denunciados y despojados de todos sus bienes y honores dentro de la Santa Iglesia, Una, Santa, Católica y Apostólica. 

Por ello mismo, decretamos, ordenamos y establecemos que, por estas letras, sea sabido por todos los hombres que la Reunión Conciliar de Moreno queda disuelta, y que los decretos aprobados serán publicados y que solo se podrá hacer referencia a ellos en caso de que así lo fueran, teniendo nosotros la potestad de poder anular dicho concilio si el Santo Oficio concluyera que así debiera ser para mayor salud del Pueblo Cristiano.


Dado en Villa María,
a los 16 días del mes de abril del año MMIX de la Gracia
Primero de Nuestro Pontificado
ALEJANDRO IX