jueves, 16 de abril de 2009

La Iglesia hoy


La Iglesia Católica está reconstruyendo sus estructuras tras el terrible eclipse que significó la apostasía masificada del Concilio Vaticano II. Hoy, la Iglesia, con una jerarquía restaurada y comandada por el Sumo Pontífice mantiene viva la herencia que nos transmitieron nuestros Padres, los Apóstoles. Nuestro amor por la tradición no es apego a lo “viejo”, no es “nostalgia” por una liturgia, por unas normas de vestimenta o por títulos o cosas similares. No. Nosotros mantenemos la Fe Cristiana primitiva, tal como lo hizo la Santa Iglesia por siglos antes de la terrible traición por los infiltrados.
Nuestro mensaje no es nuestro, es el que hemos recibido desde los primeros siglos y nos limitamos a transmitirlo, para que la Iglesia perdure por siglos, tal como Cristo lo prometió. Obispos, sacerdotes y religiosos están trabajando duramente, en este mundo que odia al Evangelio para convertirlo a la Verdadera Religión , llevando a muchos el Mensaje de Salvación, bautizando, dando Misas y así, muchos se van sumando a las filas de la Iglesia Católica Romana en el exilio.
No somos una nueva Iglesia, somos la Iglesia de siempre, la Iglesia fundada por Cristo y que tuvo a San Pedro como primer Papa. Somos los herederos de aquella misión que se encomendó a los Apostoles de llevar la Buena Noticia a todos los hombres y bautizarlos en la Santísima Trinidad.
Nuestras instituciones han sido reavivadas tras el Eclipse que sufrió la Iglesia y que fue predicho por la Virgen en La Sallete. Hoy , restituidas, están fortificadas y son dirigidas por hombres de todas las edades, muchos jóvenes, que con celo administran los asuntos de la Iglesia. No encontrarán entre nosotros Cardenales con grandes insignias, no verán las largas capas... ellos son los asesores del Papa, sus consejeros, sus ministros inmediatos; al igual que los obispos visten simples sotanas, sus cruces son de metal pobre o madera en el mejor de los casos, como de metal son sus anillos. Los Obispos son miembros de sus comunidades, aunque por la situación actual tienen que viajar a visitar lugares lejanos para consolar a los fieles y asistir con sus consejos y poderes a los sacerdotes que de ellos dependen.
Nuestras iglesias son simples y pequeñas, muchas son humildes y para algunos no merecen otro nombre que el de simples "capillas", pero en ellas se da la Verdadera Misa Católica en comunión con el Verdadero Papa, por lo que son los únicos lugares de todo el mundo donde se realiza un sacrificio agradable a Dios.
El trabajo de la Iglesia se manifiesta además en la caridad, en la ayuda a los pobres, en los colegios católicos que estamos construyendo para nuestras pequeñas, pero crecientes comunidades esparcidas por el mundo. Las grandes familias de fieles están fructificando en vocaciones, sacerdotes alejados de la Verdad se acercan y solicitan ingresar a la Verdadera Iglesia Católica y son aceptados, aceptando ellos las consecuencias del Verdadero Servicio a Cristo.
Somos la Verdadera Iglesia , fuera de la cual no hay salvación. No traicionamos, no nos vendemos, no pedimos nada, damos lo poco que tenemos, y lo damos por nuestros hermanos.



S.S. ALEXANDER IX PP.