Encíclica de Su Santidad
Alejandro IX
Etiam sit continua
A todos los que al presente están en paz y comunión con la Santa Iglesia
Debido a las continuas preguntas que dirigieron los muy venerables obispos y reverendos sacerdotes en paz y comunión con esta Santa Sede Apostólica respecto al Limbo de los Parvulos y si la misma creencia debía ser tenida o no como un dogma de fe, o si debía ser repudiada como un error e incluso como una herejía, Nos, ordenamos y establecemos que no se enseñe más como creencia católica la existencia del limbo de los párvulos y que la misma sea tenida como una mera especulación creada por los escolásticos que, si bien no es semipelagiana, sabe y se aproxima demasiado a la dicha herejía. Por el contrario, ordenamos sea tenida como doctrina de fe la enseñanza más antigua de los Padres, muy especialmente la de San Agustín que sostenía que aquellos que morían bajo la pena de pecado original eran arrojados al infierno donde sufrían la pena de fuego.
Establecemos por lo tanto que la doctrina del limbo sea quitada de todos los catecismo y que todo aquel que insista en su enseñanza sea inhabilitado para la misma si se trata de un sacerdote, empero si se trata de un obispo, arzobispo o cualquier otra dignidad, quede suspendido a divinis y que sólo pueda ser rehabilitado por la Silla Apostólica.
Dado en Villa María,
A los 9 días del mes de Julio del año MMX
III de Nuestro Pontificado.