DECRETUM
de Su Santidad Alejandro IX
Nos, por la Gracia de Dios, Alejandro IX, haciendo uso de nuestros poderes para atar y desatar en la tierra así como en los cielos, recurriendo al ejemplo de la Historia, a la obligación que nos conduce la conciencia y el deseo de fomentar el celo por las cosas de Dios hemos decidido elevar a la Gloria de los Altares al Generalísimo Francisco Franco Bahamonde, quien devolvió a España la Gloria, al llevarla nuevamente al Creador.
El 18 de julio de 1936 de Nuestro Señor Jesucristo, se alzó en armas contra la Segunda República Española. La guerra de Franco fue declarada, por la Santa Sede, con el título de Santa Cruzada. Una Cruzada contra el comunismo, contra el ateísmo, contra los enemigos de la Cruz de Cristo, los mismos que esparcieron los errores del liberalismo y el comunismo, los pérfidos sinarquistas, aquellos cuyo nombre no es sino el de pérfidos. El Generalísimo anunció a la muy católica España el triunfo de la Cruz el día 1º de Abril del año 1939 de Nuestro Señor Jesucristo. Aquel día, el Caudillo de la Guerra fue también el Caudillo de la Paz. Pues pacificó España, purificándola de los enemigos de la Religión y de la Naturaleza.
El 20 de noviembre de 1975, España lloró la muerte de Franco. Su testamento político, pervive aún en el corazón de los que con honor se llaman españoles, y no se prostituyeron con el marxismo, el liberalismo, el relativismo, la homosexualidad y las demás perversiones alimentadas por los Pérfidos Deicidas.
Nos, por medio de éste decreto, ordenamos entonces que se instituya como fiesta el día 20 de noviembre, mismo día en el que recordamos al Mártir de la Cruzada: San Antonio Primo de Rivera.
Dado en Villa María,
A los 14 días del mes de abril de MMXIII de la Encarnación.
V de Nuestro Pontificado.
A los 14 días del mes de abril de MMXIII de la Encarnación.
V de Nuestro Pontificado.