lunes, 30 de noviembre de 2020

El Papa Alejandro IX envía un mensaje de aliento durante la pandemia del COVID-19

 In altum gaudium

Carta de Su Santidad Alejandro IX

Sobre la situación del mundo durante la pandemia del COVID-19

 

 


 

Con profunda alegría nos dirigimos a todo el pueblo cristiano en estas horas tan importantes para el mundo. En estos días ha quedado demostrado que la amenaza de la “pandemia” era y es una farsa. Una enfermedad, si, con una altísima tasa de contagio, pero con una tasa de mortalidad muy baja.

 

Las medidas adoptadas por los gobiernos seculares solo buscaban encerrar a la población, recortar los gastos del Estado y castigar a aquellos que ganan el pan con el sudor de su frente. Al mismo tiempo, benefició a muchísimos que viven de las dádivas de los gobiernos satánicos que imperan en todos los países. Las organizaciones religiosas, por su parte, se han plegado en su totalidad a las disposiciones tiránicas y aún, quienes se dicen cristianos decidieron obedecer a las falsas autoridades humanas, inspiradas por el maligno, y así quedaron templos cerrados.

 

En todos estos meses, la Iglesia Católica Remanente, protegida por Nuestra Señora de Todos los Pueblos ha continuado trabajando en la obra de Dios. Nuestros sacerdotes han desafiado las satánicas reglas que autoritarias y continuaron celebrando la Santa Misa y llevando, allí donde era menester los Santos Sacramentos.

 

Muchos hablan de la crisis que vive el cristianismo, y por crisis se refieren, no a la pérdida de la fe en Dios, Uno y Trino, sino en sus arcas menguantes. En cambio, con alegría podemos afirmar que el alfolí de la Iglesia Católica Remanente se mantiene en los niveles correspondientes, en los niveles necesarios para continuar y persistir en la obra.

 

Queremos expresar Nuestro agradecimiento a los sacerdotes que han recorrido grandes distancias, kilómetros a pie a fin de poder evitar los controles policiales y así, caer en manos del enemigo. Queremos felicitar y extender Nuestra Bendición a todos y a cada uno de los sacerdotes, obispos y religiosos que han puesto sus vidas en peligro, y sin embargo, fueron resguardados y custodiados por Dios en todo este tiempo.

Por ello, y haciendo uso de los poderes que Dios nos ha conferido, extendemos a todos nuestros clérigos en misión la indulgencia plenaria, para ellos y para los fieles que asistan. Les otorgamos por estas mismas letras poderes de jurisdicción y orden especial, por lo cual quedan sujetos a ellos, hasta la fiesta de la Natividad de Nuestra Señora, la Augusta Virgen María.

 

Con Nuestra Bendición Apostólica,

 

Siervo de los Siervos de Dios

 

Dado en Villa María, a los 29 días del mes de noviembre del año 2020

1er Domingo de Adviento

Año XII de Nuestro Pontificado

Año XIV de la Restauración del Papado