Decretum
Nos, Alejandro IX, por la Gracia de Dios y no por voluntad de los hombres Sumo Pontífice de la Santa Iglesia Católica Apostólica y Romana, Vicario de Cristo, haciendo uso de nuestros poderes para atar y desatar en la tierra así como en los cielos, recurriendo al ejemplo de la Historia, a la obligación que nos conduce la conciencia y el deseo de fomentar el celo por las cosas de Dios hemos decidido elevar a la Gloria de los Altares a Fray Tomás de Torquemada, inquisidor de famosa memoria, defensor del pueblo cristiano, de la Católica Monarquía y de los Derechos de la Santa Iglesia frente a sus enemigos seculares.
en virtud de sus méritos y junto con toda la Iglesia Africana que forma parte de la Iglesia de Cristo, y está unida a ella porque ambas son parte de la Iglesia Militante, no como dos secciones, sino como un todo integrado por la Gracia de Dios, ordenamos se celebre en el día de mañana una Misa en Honor a San Tomás de Torquemada en toda el África, sin importar el rito que usarn los sacerdotes y que bajo su patocinio, al igual que el de San Agustín, se coloquen los Padres Sinodales reunidos con Nos en esta bendita ciudad de Sekondi-Takoradi.
Para Mayor Gloria de Dios y de su Santo nombre, para mayor loor de la Santísima Católica Iglesia ordenamos y declararmos que todos los cristianos tienen la obligación de sentir como nos y celebrar nuestro decreto.
ALEXANDER IX
Dado en Sekondi-Takoradi, Ghana,
a los IX días del mes de junio del año MMIX de Nuestro Señor Jesucristo.