lunes, 4 de enero de 2016

Apertura del IV Sínodo de Mar del Plata

En el día de hoy, el Santo Padre Alejandro IX dirigió sus palabras a los Padres Sinodales reunidos en la Residencia de Verano, en Mar del Plata. Con este acto se realizó la apertura de la cuarta reunión sinodal en dicha ciudad.


Sermón de Apertura del IV Sínodo de Mar del Plata
por el Santo Padre Alejandro IX
Iglesia Católica Remanente en el Exilio


Queridos Padres Sinodales, Cardenales, Arzobispos, Obispos y sacerdotes
Hoy comienza un mes muy importante para nosotros. Tenemos cuatro semanas entre hoy y el día 10 de febrero, Miércoles de Ceniza. En estos días, ustedes se presentan aquí con el objetivo de traer a Nos las realidades de cada porción del Rebaño que les fuera encomendado. Ustedes traen aquí los dolores, los pesares, las penurias y las tribulaciones de nuestros fieles, y por lo tanto, de toda la Iglesia Católica Remanente.
Este es un tiempo de estudio, de oración y de ayuno. Es un periodo en el cual trabajaremos con toda nuestra fuerza y con toda nuestra confianza puesta en Dios. Muchos fieles están orando por nosotros, aquí congregados, para que tomemos las decisiones correctas, para que enmendemos lo que haya que enmendar, corrijamos lo que haya que corregir y podamos continuar con la obra de reforma que iniciamos el mismo día en el que asumimos el Pontificado.
¿Cuáles son los temas que discutiremos? Existen varios, como cada vez que ustedes son convocados aquí, pero esta vez tenemos que centrarnos en:

1. El problema de la formación sacerdotal. Ustedes bien saben lo que nos cuesta formar sacerdotes y la necesidad que tenemos de los mismos. ¿Es acaso posible ordenar más sacerdotes, mayor cantidad por año y al mismo tiempo manetener los estándares educativos que nos propusimos?
2. El problema del financiamiento. Históricamente la Iglesia se mantuvo gracias a las donaciones de sus fieles. En los últimos años, hemos iniciado, de manera experimental, la búsqueda de maneras de financiamiento para las obras de la Iglesia: colegios, granjas, producción e impresión de libros. Necesitamos coordinar todo este trabajo.
3. Liturgia. La liturgia se encuentra, aunque parezca increíble, en un estado caótico. Aún tenemos ordenes y congregaciones religiosas que mantienen sus usos litúrgicos particulares. ¿Tenemos que marchar hacia la unidad litúrgica? Por supuesto, y eso requiere una gran reforma y aplicación de la misma.
4. El fin del cisma. Como todos ustedes saben, existen al presente muchos grupos que se desvincularon a la Iglesia Católica Remanente y que de ella han obtenido sus ordenes sagradas. ¡Tenemos que terminar con esta situación! Precisamente este año, que es el año en el que celebramos el Décimo Aniversario de la Restauración de la Silla de San Pedro, tenemos que llamar a todos los que huyeron al cisma para que vuelvan a la Iglesia Verdadera.

Por esto, queridos hermanos, reunidos en la Unidad de la Iglesia trabajaremos.

El Señor nos de su bendición,

Alexander PP