Nos, Alejandro IX, Siervo de los Siervos de Dios, por nuestra voluntad y haciendo caso al llamado unánime de los obispos y sacerdotes de la Santa Iglesia, teniendo en cuenta la necesidad de ejemplos a los actuales hombres implicados en los asuntos públicos y que buscan lo mejor para sus patrias terrenales, teniendo en cuenta que la juventud necesita modelos a imitar, y sobre todo, reconociendo que San José Antonio Primo de Rivera fuera martirizado por el comunismo asesino, dando muestras de valor incalculable y bendiciendo con su sangre el Sagrado suelo de España, nos, decretamos:
Agréguese al nombre de San José Antonio Primo de Rivera el título de "Fidelísimo hijo de la Iglesia".
¡San José Antonio Primo de Rivera, fidelísimo hijo de la Iglesia!
¡Ruega por nosotros!
Dado en Villa María, a los 31 días del mes de agosto del año MMXXIII de Nuestro Señor Jesucristo,
XV de Nuestro Pontificado
