Tras la Promulgación de la Encíclica In Nomine Domini, por la cual declarabamos ser verdadera la enseñanza del Padre Leonard Feeney, según la cual fuera de la Iglesia Católica no existe salvación en absoluto, y condenabamos como falsas y heréticas las doctrinas del Bautismo de Deseo y de Sangre, surgió un fuerte apoyo para la rehabilitación de la figura de dicho sacerdote, excomulgado por Nuestro Predecesor San Pío XII.
La posibilidad de que San Pio XII, último Papa en ocupar el Vaticano haya errado en un tema tan delicado, nos condujo a ordenar un estudio muy cuidadoso, y sirviendonos de los trabajos del Doctor Patrick Pollock, especialmente su defenza canónica del citado sacerdote. Dichos estudios fueron remitidos a una comisión especial integrada por los mismos clerigos que formaron parte de la comisión que estudió la doctrina del Padre Feeney, y que fuera presidida por el Cardenal Martín de la Compasión.
Luego de cinco sesiones celebradas bajo sigilio por nuestra orden, el muy Reverendo Cardenal Martín de la Compasión elevó un informe de cincuenta páginas, firmado por todos los prelados de dicha comisión, por la cual se podía declarar nula e inválida la excomunión del Padre Leonard Feeney. Dicho estudio además sostenía que el dicho sacerdote, había firmado un acuerdo con el antipapa por el cual este le levantaba la excomunión, simplemente reflejaba el estado de confusión de aquellos años en los que Montini usurpó la Santa Sede.
Por eso, y tras considerar la rehabilitación del Padre Leonard Feeney, fue deseo nuestro, desde el inicio de nuestro Pontificado, al igual que el de los Cardenales de la Curia, gran numero de Obispos y sacerdotes, así como de muchos fieles, y muy especialmente el informe elaborado al respecto por la Congregación para la causa de los Santos, presidida por nuestro muy querido hermano el Cardenal Martín de la Compasión, declaramos y afirmamos por Nuestra Santísima autoridad que el Reverendo Padre Leonard Feeney sea elebado a la gloria de los altares y que su fiesta sea celebrada el 30 de enero. De igual forma decretamos que el mismo sea declarado DOCTOR DE LA IGLESIA.
Dado el 2 de noviembre del año MMIX de la Encarnación
En Villa María María, Buenos Aires,
ALEXANDER IX. PP.